Literature
Ha llegado la ciguena 2/5
-¿Esos dos, con un hijo? -En alguna parte a su espalda, Luciano estaba riendo a más no poder, hasta podía imaginárselo retorciéndose en el sillón. Sebastián lo ignoró por el momento y reacomodó el teléfono para que estuviera mejor apoyado entre su hombro y oreja mientras continuaba lavando los platos- No es algo que me habría imaginado...
-¡Ni yo! Es decir, aún recuerdo los días en que Martín nos arrastraba a las marchas de cualquier cosa solo para poder gritarle a los policías.
-Eh, no es la figura de responsabilidad que uno podría esperar.
-¡Y Manue